Hace una semana falleció de 60 años Néstor Kirchner último ex-Presidente de la Argentina, Secretario General de Unasur, Presidente del Partido Justicialista y primer primer caballero del país. Las observaciones, halagos o críticas a él y su forma de actuar mis cercanos las conocen y es de eso lo que quiero escribir; para las segundas en particular.
Cuando se muere un líder, y en plena actividad como él, no hay un vacío solo por esa persona, lo hay por un movimiento, y aunque uno no coincida en que eso sea un proyecto lo más cercano a criticar debe ser callar. Burlarse, o atacar ante una cosa así es burlarse y atacar cobardemente a quienes creen en esa persona. Durante esta última semana he escuchado cosas que jamás creí escucharía si me hubieran contado lo que pasaría.
Transitar un duelo sanamente no es cosa fácil, y es ese mismo el desafío que tiene la Presidente, que no es personal, porque además de ser ella una persona pública y porque nosotros «el resto» somos que nos ponemos a prueba en nuestras faltas, con nuestras faltas.
Para cerrar en qué estrecha cabeza cabe la idea de que con la muerte de un hombre se solucionan los problemas de un país más que mala leche hay que ser poco iluminado...
20101103
De nosotros, duelos y lo que elegimos hacer
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2 comentarios:
Mati, respecto al respeto hacia los k por la muerte, no te parece (y no es justificativo), q ni ellos se tienen respeto? Llevar el cuerpo a Bs As para hacer campaña? para q se vea como pasaba gente llevada por ellos mismos? Eso es tener respeto? No usar el Senado para q no este Cobos, ¿Eso es respeto? Hablar de reeleccion el mismo dia del fallecimiento ¿Eso es respeto? Cantar ¿andate Cobos la p q te p?... Me parece q muchos no respetaron, pero si ni vos respetas a tu marido muerto, que podes esperar de los demas?.
Saludos!!!
No se trata de las faltas por parte del oficialismo, las hay y muchas. Sino del lugar que ocupa uno, que no es ese. Cuando yo sea oficialismo me ocuparé de no cometer esas faltas.
Que existan espacios en la sociedad de mayor responsabilidad no te exime de tu lugar.
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